sábado, 20 de abril de 2013

El conejo de la luna


Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre.

La leyenda Mito mexicano del conejo en la luna, mito corto del conejo de la luna para niños, historias mexicanas sobre la luna para niñosPero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.

“¿Que estás comiendo?” le preguntó. “Estoy comiendo zacate, ¿Quieres un poco?”, “Gracias, pero yo no como zacate.” Contestó Quetzalcóatl

“¿Que vas a hacer entonces?” dijo el conejito.

“Morirme tal vez de hambre y de sed.”

El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo: “Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.”

La leyenda Mito mexicano del conejo en la luna, mito corto del conejo de la luna para niños, historias mexicanas sobre la luna para niñosEntonces el dios acarició al conejito y le dijo:

“Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti”

Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:

Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.

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